viernes, 17 de febrero de 2012

V de Vendetta (2006) - James McTeigue

"El pueblo teme a los gobiernos y deberían ser los gobiernos quienes temiesen al pueblo".
Basada en el cómic  (o novela gráfica) homónimo del pintoresco y genial Alan Moore, James McTeigue presentó V de Vendetta (con guión de los hermanos Wachowski), una película, que sin duda, con el paso de los años alcanzará el privilegio de ser considerada obra de culto.

El título de esta crítica refleja el sentir de este filme y su elixir argumentativo. Es una de las partes más fastuosas que contiene, aunque en ella hay continuos guiños ideológicos de este tipo.

Ése es uno de los puntos fuertes de "V de Vendetta", su interesante carga reflexiva e ideológica, junto a la interesante ambientación sin necesidad de recurrir a los efectos digitales tan cargantes, y junto al enigmático personaje de la máscara, el revolucionario "V", V de verdad, de valor, de venganza. El protagonista de esta historia, en los tiempos que corren, está alcanzado casi un valor místico. El grupo rebelde cibernético Anonymous ha acogido como símbolo propio la peculiar máscara de V. Y ésto, evidentemente, no es casual.

Así pues, ese componente ideológico muy bien llevado en la obra, las correctas interpretaciones de Hugo Weaving y Natalie Portman, el ritmo trepidante que alcanza en ocasiones la historia del filme, y un apoteósico y fascinante final (aunque tiene sus pros y sus contras, que luego comentaremos más adelante), convierten a esta producción en una de las mejores versiones de cómic llevadas al cine recientemente. 

Pero no todo es positivo en V de vendetta. También es cierto, que a la genial idea de la película, no le acompaña siempre adecuadamente el argumento, que se vuelve por momentos demasiado enrevesado, con excesivas subhistorias que contar en 130 minutos, y que pierde credibilidad al ser un solo "terrorista" el que pone en jaque al gobierno dictatorial. Quizá, a pesar de que la historia del cómic fuese así, hubiese estado bien añadir más cómplices.


En definitiva, se trata de una buena y bonita cinta, que se recomienda, simplemente invitando a la reflexión, sin necesidad de comparar nada con la realidad que vivimos... ¿o tal vez sí?

Y ahora sí, desarrollamos el final de la película, cuidado que es un spoiler:

Dos caras opuestas en el final de la historia. El lado negativo: la poca creíble escena con V soportando el fusilamiento al que es sometido por los agentes del gobierno (aunque es cierto que se consigue dar un tinte trágico y heroico-épico). Además su despedida con Evey (interpretada por la hermosa Natalie Portman), es demasiado empalagosa tratándose de un revolucionario que ha mostrado tanta dureza insentimental a lo largo del filme.
El lado positivo y fascinante: la genial metáfora con las gentes representándose en la idea de V (recordemos el genial inicio de la película: "las ideas son inmortales"), y el parlamento explotando en mil pedazos, simbolizando la sumisión del poder ante el pueblo. Fantástico punto final.

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