Es justo hacer mención a que la idea de Nolan es interesante. El mundo de los sueños y de la mente es siempre intrigante. Dice Michio Kaku en su libro "Física de lo imposible" que el cerebro humano es probablemente el mayor misterio del universo. Y si lo dice un genio como él, algo de verdad habrá. Además, la idea se plasma bien en la pantalla ayudada también por un buen presupuesto para efectos especiales. Por momentos las imágenes cautivan.
Sin embargo, se detectan ciertos errores en la ejecución. El argumento parece demasiado enredante, confuso (¿Lo busca adrede Nolan consciente de que así es más fácil crear una historia de ciencia ficción?) e incluso se perciben ciertas contradicciones en la parte final, con extrañas muertes y resurrecciones de personajes en los sueños. Además, el metraje, una vez más, resulta excesivo. Ya no se lleva lo de hacer películas de 90-100 minutos de duración. Parece que hay que justificar los 7 eurazos de la entrada del cine mediante esa vía. Y por si fuera poco, las actuaciones no consiguen llenar del todo en ningún momento. Mucho se habla de la progresión como actor de Leonardo DiCaprio, pero al menos en este filme, no termina de rematar su papel.
En definitiva, y permitiéndonos hacer un símil, esta obra parece que es como el típico regalo que por fuera está perfectamente envuelto y decorado, que es muy grande, y que luego al abrirlo descubres que es una caja de calzoncillos y calcetines. Que sí, que es útil, que incluso puede llegar a gustarte, pero en realidad esperabas otra cosa mejor.
Por último, añadir que este tipo de cine es necesario, máxime con la crisis de ideas que padece Hollywood en la actualidad, pero para la próxima que se haga con más acierto y algo más de criterio argumental.
1 comentario:
La tengo que ver. Me la trajeron los Sabios de Oriente y todavía no la he visto. Me temo que es infumable. En cuanto la vea os digo, proyectores de conciencias. Enhorabuena por vuestro blog.
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