miércoles, 21 de noviembre de 2012

Up in the air (2009) - Jason Reitman

Equidistante, no, gracias.


Se agradece siempre contemplar películas que van más allá del mero divertimento pueril, y que nos hacen reflexionar crudamente sobre nuestra sociedad y nuestra propia forma de vida. Eso ya es plausible en los tiempos que corren.

Y es que este film esconde reflexiones muy acertadas tras su fachada de comedia ligera ya que, entre escena y escena, trata temas como la crisis económica, la deshumanización de las relaciones profesionales por el exacerbado uso de la tecnología, el desapego vital que pueden generar cierto tipo de trabajos, la precariedad laboral a la que están sometidas la mayoría de los trabajadores y su total dependencia económica y otros que quizás trate en menor medida.

lunes, 12 de noviembre de 2012

El silencio de los corderos (1991) - Jonathan Demme

Una lección de cine implícito y una clase de interpretación.

Tras los asesinatos de varias mujeres, una agente del FBI recibe el encargo de visitar en una celda de seguridad a un peligroso psicópata, Hannibal Lecter, quien se comía vivas a sus víctimas. El objeto de esta visita es descubrir más de la psicología del asesino de féminas. La agente del FBI Clarice Starling debe entrevistar en prisión al peligroso asesino Dr. Hannibal Lecter. Clarice confía en que éste le revelará información acerca de un asesino en serie conocido como Buffalo Bill, que secuestra a mujeres a las que después asesina. Lecter se siente cautivado por la bella Starling y comienza a darle pistas, que bien podrían ser ciertas como formar parte de un simple juego. El terror crece cuando Buffalo Bill secuestra a su última víctima. Para encontrar al asesino, Starling habrá de penetrar en la mente de Lecter. Comienza entonces la cuenta atrás. Una terrorífica carrera contra la muerte.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Los descendientes (2011) - Alexander Payne

"...el paraíso puede irse a la puta mierda”


Drama y comedia son dos géneros muy amplios que pueden abarcar un gran porcentaje de las películas que salen al mercado. Y aunque, como se suele decir para quedar bien, en elproyectordeconciencias "estamos en contra de la etiquetación de los productos culturales en aras de un disfrute más pleno y sorpresivo" y blablablá, quizá esta podría encajar casi como una comedia costumbrista, pero costumbrismo al que estemos acostumbrados, el que expone los usos y costumbres de la sociedad adinerada hawaiana con problemas familiares. Y llegados hasta aquí tú prodrías decir: "Que le den a Gerorge Clooney, a todos esos malditos ricos que deciden sobre el futuro de islas enteras y hasta que le den a todas y cada una de esas islas de la Polinesia con gente haciendo surf y tomando cócteles en cocos con pajita. Me vuelvo a ver Torrente 4, ahí sí que salen personas como yo". Pero no, Los descendientes funciona de maravilla, en mayor o menor medida entra en ese circulo de películas sobre la clase alta como Lost in translation, Gracias por fumar, Up in the air o la mayoría de la filmografía de Wes Anderson (Academia Rushmore, Los Tenembaums, Life Aquatic...) y ya desde el principio con un monólogo inicial, nos recuerda que al margen de los "problemas del primer mundo" y la clase social los sentimientos son inherentes al ser humano sin importar el dinero que tenga en la cuenta corriente y que las rutinas tienen la capacidad de acabar por desgaste con todo lo bueno que puedan tener.

“Mis amigos del continente creen que como vivo en Hawai, vivo en un paraíso y que estoy de vacaciones perpetuas. Creen que estamos todos los días bebiendo Mai Tais, agitando las caderas y haciendo surf. ¿Se han vuelto locos? ¿Piensan que somos inmunes a la vida? ¿Cómo es posible que crean que nuestras familias están menos jodidas, nuestros cánceres son menos mortales y nuestro sufrimiento es menos doloroso? Hace que no subo a una tabla de surf quince años. Durante los últimos 23 días he estado viviendo en un paraíso de sueros, bolsas de orina y tubos endotraqueales. El paraíso… el paraíso puede irse a la puta mierda