viernes, 4 de mayo de 2012

Zardoz (1974) - John Boorman

Entre tetas, metafísica, el futuro, y las pintas de Sean Connery.
¿Se imaginan una historia con Sean Connery en modo cavernícola, rodeado de un montón de mujeres semidesnudas o con las tetas al aire, una cabeza volante que finge ser un dios, muchos tiros, y en medio, conversaciones filosóficas sobre metafísica y las teorías marxista y nietzschiana, mezcladas con El mago de Oz? Pues todo esto, sitúenlo en un hipotético futuro, el año 2293 de nuestra era, con un planeta dominado por una oligarquía de ricos hippies, y obtendrán Zardoz.

En 1974, John Boorman escribió, dirigió y produjo esta obra de ciencia ficción con un bajo presupuesto pero muchísima imaginación. Son innumerables las "idas de olla" que se dan en la cinta, a posteriori convertida en obra de culto por la crème de la crème del mundo freack. Pero Zardoz es en sí una historia con un argumento interesante. Una élite de ricos y grandes científicos consiguen desarrollar la biogenética hasta el punto de poder conseguir la inmortalidad. Para separarse del resto de la humanidad, diseñan una especie de burbuja gigante infranqueable a la que denominan "Vórtex". Además, crean la figura del dios Zardoz, el cual elige una serie de elegidos como guerreros que siembren el terror en la Tierra matando al resto de seres humanos, puesto que el mayor pecado del hombre fue su exceso de habitantes.


Pero uno de estos elegidos, Zeta (Sean Connery), consigue entrar en la nave de Zardoz (una cabeza gigante con un rostro mitológico que los guerreros y el resto de mortales adoran) y visitar el nuevo mundo de los inmortales. Este mundo se basa en la meditación, en el aprovechamiento de la tecnología para el bienestar en colaboración con la naturaleza, y en el anulamiento de las pasiones, ya sean éstas violentas, sexuales o de gula. Absolutamente todo es sometido a votación democrática, y quien incumpla las leyes establecidas será castigado con años de envejecimiento en su cuerpo. Sin embargo, Zeta, el elegido entre los elegidos, ha llegado para cambiarlo todo.


En definitiva, lo que es el argumento tiene muy buena pinta, pero no sucede lo mismo con la ejecución. No hablamos de lo cutre de algunas escenas, de las cuales el propio Boorman parece reírse con ironía, sino de cómo resolver las situaciones que se dan en la película. Ahí se dan bastante déficits que entre otras cosas hacen perder verosimilitud al filme, algo imperdonable en cualquier género, pero más aún en la ciencia ficción.


Aun así, es recomendable el visionado de Zardoz, pues aparte de tratarse de una mezcla de lo más curiosa y hasta "friqui", tiene partes en su conjunto muy buenas y reflexiones filosóficas que remueven más la capacidad intelectual del espectador que el 80% de las películas actuales en cartelera. Eso sí, no esperen tampoco ninguna maravilla. Zardoz es... Zardoz. 

2 comentarios:

Hannah Montana dijo...

A mí me hizo mucha gracia la película, aunque por supuesto no entendí nada, eso sí la recomiendo porque te echas unas jajas wapas. Viva el Zara!

38toni dijo...

Mira al Connery rodeado de jambas. Este hombre ni con un taparrabos reflectante pierde su encanto!