Esta película de Zach Braff podría haber sido muy interesante si no fuese por esa constante insistencia en querer hacer de cada escena la mejor y más romántica historia de amor del cine mundial. Son tan pretenciosos su guión y su realización que, por momentos, dan ganas de gritar "esto no te lo crees ni tú, yupi de mierda".
Natalie Portman en una escena |
En definitiva, "Algo en común" sería una notable película si no fuera por la necesidad innecesaria (valga la redundancia) que tiene su autor de buscar una lagrimilla sentimental en el espectador en cada escena, casi en cada plano, y por intentar vendernos durante 90 minutos que un chico que no tiene nada, ni proyectos ni perspectivas de futuro (y que cuando acaba la peli sigue sin tenerlos) diga en el tramo final, para rematar, que la chica que ha conocido hace 4 días le ha cambiado la vida. Esto no lo he visto ni en los cuentos de Disney. Si te gustan los pasteles Hollywoodienses vendidos como cine independiente, sin duda, esta es tu película.
1 comentario:
Muy de acuerdo con tu artículo, Antonio. No hay quien se la crea, pero no está tan mal.
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