Martin Scorsese es a pleno derecho uno de los grandes directores de la historia del cine. Llevan su firma películas como: Taxi Driver (1976), Toro Salvaje (1980), El rey de la comedia (1982), La última tentación de Cristo (1988), Uno de los nuestros (1990), Casino (1995) o Gangs of New York (2002). Sin embargo, tuvo que esperar al año 2006 para conseguir sus primeros Óscars al mejor director y a la mejor película, y fue con Infiltrados, un buen filme, pero que además de ser una copia de otro hongkonés llamado Juego sucio (Mou gaan dou en la versión original), es una prosucción menor en comparación de otras obras suyas anteriores. Así pues, el gran Scorsese, guardaba aún una bala en la recámara a modo de venganza.
Shutter Island es una movie de estilo parecido a la archimediática Origen de Christopher Nolan, la cual ya tratamos en este blog. La diferencia es que la película de Scorsese es, desde nuestro punto de vista, mucho mejor en todos los aspectos. En lo único en que coinciden es en la presencia de un inspirado Leonardo Di Caprio.
Di Caprio y Michelle Williams en una de las escenas más poéticas del filme. |
El argumento es dotado de una ambigüedad genial que deja siempre en tensión al espectador, dudando de todo a lo Descartes, y parte de nociones psicológicas que por supuesto otorgan verosimilitud a la historia. Aquí no hay efectos raros, ni diseños de ordenador, ni teorías raras sobre los niveles del mundo onírico, aquí simplemente hay una película construida muy bien de cabo a raro, con buenas interpretaciones, y con diálogos que se quedan para siempre en la mente del amante del cine de calidad. Sólo vamos a ser testigos, en primera persona, de lo que le sucede y percibe el personaje protagonista interpretado por Di Caprio. Cualquiera que conozca un poco sobre creación literaria, sabe la dificultad que entraña el uso de la primera persona sin dejar cabos sueltos. Pues Scorsese y su equipo lo consiguen.
En definitiva, no tenemos ningún problema en señalar a Shutter Island como una obra maestra, un filme de culto con el que los estudiantes de cine podrán aprender muchísimo, y con el que los espectadores disfrutarán como enanos. Y como muestra, una de las escenas más maravillosas y filosóficas de la película, y además no es nada spoiler. De fondo, el tema de la violencia y el ser humano:
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo con el artículo. Y la comparación con la sobrevalorada Origen es inevitable. Shutter Island es una película para ver a muchos niveles.
También habría que compararla con Memento, zagales. Aunque hay muchas diferencias entre ambas (la más evidente, que una va de principio a fin y la otra va del final al principio), tienen en común que no sabemos hasta el final si el protagonista está loco o lo están volviendo loco.
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